La Deportiva cayó eliminada, sin pena ni gloria, del Torneo copero

El choque de esta pasada noche mantenía aún, a priori, cierto suspense debido al resultado obtenido en el encuentro de ida. Y así acaeció que, hasta entrar en el último tercio de la contienda, la resolución todavía quedaba en el alero.

La disputa se inició con bastante intensidad y un cierto equilibrio, con no demasiadas opciones para abrir el marcador. Las primeras relativas ocasiones procederían del bando local: en el minuto 16, Chuca disparó alto tras recibir una asistencia desde el flanco izquierdo del área. Y, algo más tarde, sería Fornals quien lanzaría desde lejos sin excesivo tino.

En sentido opuesto, transcurriendo el minuto 31, Cidoncha ejecutó una falta y su envío salió desviado por escaso margen. Poco después, en el minuto 33, el ariete Yuri remató y casi sorprende al guardameta rival (yéndose la pelota ligeramente por encima del travesaño). Finalmente, en el intervalo que restaba hasta el intermedio (minuto 43), el granadino Andy probaría fortuna y el balón se encaminó elevado (superando el larguero).

En resumen, llegados al ecuador de la confrontación, quedaba la eliminatoria por decantar y a expensas de lo que sucedería a renglón seguido.

En el minuto 46, el “killer” del equipo anfitrión – Bakambu – mostraría su olfato anotador ante el marco contrario y su efectividad manifiesta. El canterano Raba prolongaría un centro con la cabeza y lo aprovecharía el congoleño con maestría, librándose fácilmente de la resistencia ofrecida por el cancerbero Dinu.

En el minuto 61 se reiteraría en su faceta típica el aludido “pichichi” castellonense. Se benefició de su buen control del esférico, al permanecer el cuero suelto dentro del área y como consecuencia del bote de un córner. Definió con suficiencia y clase.

Sin casi solución de continuidad, en el minuto 63, el colombiano Bacca ‒ que había tomado el relevo de un compañero ‒ ya dejó todo visto para sentencia. Se libró de la retaguardia de sus adversarios, en la que tal vez se produjo un desajuste, e introdujo el cuero en el fondo de las mallas de forma imparable.

Ante esta contrariedad infligida a los visitantes, su reacción no se hizo esperar aunque se evidenció tímida y tardía. En el minuto 77, Yuri estrelló su tiro en el poste. Además, en el minuto 81, otra vez el brasileño Yuri chutó y se encontró con el despeje del reaparecido Sergio Asenjo, perfectamente situado.

Antes de la conclusión del juego se registraron además dos jugadas reseñables, una por cada conjunto en competencia: la del luso David Caiado, mediante un ensayo a puerta; y, en el lance postrero, cuando Trigueros ejecutó un libre directo y remitió su intento (preciso y ajustado al poste) hacia la portería de sus oponentes, resultando estar a punto de lograr su objetivo.

En definitiva, los bercianos y el “submarino” amarillo (a pesar de presentar ausencias notables) se emplearon a fondo pero la calidad se impuso y, por tanto, la sorpresa no se produjo y las pronósticos y previsiones no fallaron.

ALINEACIONES:

VILLARREAL CF:

S. Asenjo; Rukavina, Víctor Ruiz, Pau, J. Costa; Rodrigo, Raba, Chuca, Soriano (min. 55, Bacca); Sansone (min. 12, P. Fornals) y Bukambu (min. 74, Trigueros).

SD PONFERRADINA:

Dinu; Jon García, Fernando Román (min. 49, Ríos Reina), Álvaro Moreno; Cidoncha (min. 56, Pallarés), Saúl, Jorge García (min. 65, Isi), Andy; Iago Díaz, Yuri y Caiado.

GOLES:

1-0 (Bukambu, 46′), 2-0 (Bukambu, 61′), 3-0 (Bacca, 63′).

ÁRBITRO:

El Sr. Jaime Latre, del Comité aragonés. Amonestó con tarjeta amarilla a Soriano, del combinado dirigido por Javier Calleja.

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente a la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, celebrado en el Estadio de la Cerámica de la ciudad levantina de Vila-real, que registró una afluencia de 10 891 espectadores (conforme al recuento oficial). Los futbolistas foráneos lucían un brazalete negro, en memoria del hasta ahora decano entre los socios blanquiazules: Antonio Parra (DEP).