CB: «El Bierzo necesita que la ULE de un paso al frente»
CB: «El Bierzo necesita que la ULE de un paso al frente»
Por primera vez en mucho tiempo, se habla de universidad no para quitarnos, sino para traernos. La llegada de un centro privado debe leerse como una señal clara de que aquí también hay demanda, talento y potencial, y también como un toque de atención directo y necesario a una Universidad de León que durante décadas ha tratado al Campus de Ponferrada como un apéndice incómodo.
El caso más sangrante es el del Grado de Medicina. A pesar de contar con un Hospital Universitario, infraestructuras facilamente adecuables y una necesidad urgente de médicos, la Rectora de la ULE está negándose a implantar este grado en Ponferrada desde el primer curso, limitándose a promesas vagas sobre cursos clínicos más adelante. Es un agravio, un desprecio en toda regla, un desprecio que lo firma una rectora que, mientras habla de equilibrio territorial, consolida para León todo lo que puede.
Por eso, la llegada de la UCAV sirve para que la Universidad de León se mire en el espejo. Para que entienda que no puede seguir actuando como si el mapa de Castilla y León acabara en la Candamia. Quieren todo para León y nada para El Bierzo. Y ya no lo vamos a permitir.
Y en este caso, ante todo, debemos respetar la legalidad vigente: la aprobación por parte de la Junta de Castilla y León de la adscripción del nuevo Centro de Educación Superior “Alfonso XII” a la UCAV en Ponferrada debemos valorarla desde el aspecto legal, en el que no hay discusión: la Constitución Española (art. 27), la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y la normativa autonómica protegen la libertad de creación de universidades privadas. No se puede vetar a quien cumple los requisitos. Que una universidad privada abra sus puertas en Ponferrada no supone cerrar las de nadie, supone abrir otras que llevaban demasiado tiempo clausuradas.
Los ejemplos de convivencia son claros: en Valencia, Madrid o Asturias, la convivencia entre universidades públicas y privadas ha servido para mejorar la oferta, atraer estudiantes, crear empleo y enriquecer el ecosistema académico. La competencia sana hace que todos se esfuercen más. Si la ULE quiere que se la respete en Ponferrada, primero deberá respetar a El Bierzo. Como ya hemos dicho, la llegada de la UCAV puede ser el empujón que la Universidad de León necesita para ponerse las pilas de una vez.
Lo que deberiamos preguntarnos es porque un centro privado elige Ponferrada y no otras ciudades. Esta cuestión es de suma importancia.
Y no olvidemos de dónde venimos: en los años 80 del siglo XX, cuando el Partido de El Bierzo, germen de Coalición por El Bierzo, luchaba en solitario por traer centros universitarios, otros partidos se burlaban o callaban. Hoy, algunos se rasgan las vestiduras hablando de lo público, pero entonces no lucharon por nada ni por nadie. Si hoy existe un campus en Ponferrada, es porque hubo bercianismo que lo peleó.
Durante décadas, cientos de familias bercianas han hecho malabares económicos para que sus hijos pudieran estudiar. Alquiler, manutención, viajes…, miles de las antiguas pesetas, miles de euros al año, que salieron del bolsillo de los bercianos y que revertieron en la economía de otras ciudades. En cambio, cuando pedimos algo tan lógico como que el nuevo Grado de Medicina se imparta también en Ponferrada la respuesta de la Rectora de la ULE, del rancio leonesismo que sólo mira para León y de algunos de esos políticos que tanto dicen defender lo público, ha sido un portazo.
En resumen: la llegada de la UCAV es un aviso a navegantes: en El Bierzo también queremos, también podemos, y ya no vamos a esperar a que otros decidan por nosotros.