La Deportiva continúa como líder en solitario

Derrotó, en un encuentro algo trabado, a un C.D. Fabril simplemente voluntarioso.

El conjunto berciano encajó esta vez su primer tanto, tras otras tres citas de la Competición oficial en la que permaneció con su portería imbatida. Al mismo tiempo, con este confrontación inaugura su casillero de victorias a domicilio.

En la mitad de principio, en líneas generales, se impusieron los foráneos merced a dos datos básicos: su mayor orden y su seguridad en la parcela de retaguardia. Además, controlaron el ritmo de juego y se mostraron con una superior capacidad ofensiva y un apreciable grado de creación de peligro enfrente del portal rival.

En el minuto 5 se produjo una jugada de ataque, culminando Dani Pichín con un tiro cruzado y franco que se fue por la línea de fondo. Y nuevamente otra vez, transcurriendo el minuto 9, el delantero madrileño envió un centro-chut desde el flanco derecho y el balón salió fuera tras impactar con el travesaño.

A modo de reacción, en el minuto 10, el local Víctor García probó fortuna disparando desde el exterior del área y el cuero no encontró un rumbo correcto hacia el marco de sus contrarios.

En el minuto 13 el ariete brasileño Yuri proporcionó una asistencia, situado en la banda izquierda, a su compañero Dani Pichín. Este marró en la resolución.

Llegados al minuto 20, fruto de un intento de regate en el interior del área del murciano Isi, un defensor local (Mujaid) tocó la pelota con la mano. El colegiado sancionó esta acción con la pena máxima. El capitán Yuri se encargaría de transformarlo, lográndolo con la pizca de suerte indispensable.

Luego del paso del ecuador de este período, instalados en la fase previa a la que conducía al intermedio de la por entonces equilibrada disputa, los hoy blanquiazules apenas mudaron en su dinámica y planteamientos, ni mostraron tampoco sus bisoños oponentes una ambición reseñable en pos del empate. Así se consumía el mencionado intervalo, caracterizado por la escasez de ocasiones o aproximaciones recíprocas con cierto riesgo. Únicamente aguardando una pronta visita a los vestuarios, en el decurso del minuto 37, se reiteraba Dani Pichín en su propuesta anotadora: cedía el esférico al lateral sevillano Son que, sin dilación, lanzó un tiro ante la salida del cancerbero de sus adversarios. Sin embargo, no acertó en el momento decisivo. Y poco más tarde, en el minuto 38, era Óscar Sielva el que mandaba un pelotazo relativamente lejano y sin mucho tino.

Una sorpresa, a pesar de las contadas y tasadas opciones de que dispusieron los gallegos, se plasmó en el minuto 44 y su cumplida concreción constituiría la igualada: en un contragolpe, bien conducido por Víctor García, el interior uruguayo Guillermo May remachó con contundencia. De esta manera, el guardameta argentino Gianfranco Gazzaniga perdía su preciada condición de inexpugnable.

Retornadas ambas escuadras después de agotar el lapso de asueto preceptivo, tras disfrutar del merecido descanso (la sensación de calor evidente lo aconsejaba), el guión no cambió y se volvió a vislumbrar un idéntico reparto de papeles, reproduciendo lo patentizado anteriormente.

Las oportunidades se sucedían para el bando visitante (ayer uniformados de color rosáceo): en el minuto 47 Óscar Sielva efectuó un pase desde la franja derecha de su vanguardia y Yuri, sin prácticamente ángulo y colocado bastante adecuadamente en el segundo palo, remató al lateral de la red; y, posteriormente, tanto Dani Pichín (con el pie) como Míchel Zabaco (conectando un testarazo) —en los minutos 56 y 58, respectivamente— no imprimieron al esférico la dirección adecuada.

Pero aún restaba por impartir justicia en el resultado final y así aconteció: en el minuto 65 el “artillero” Yuri se convertiría en pieza clave, realizando un servicio de forma conveniente al linarense Fran Carnicer. Este completó la combinación alcanzando una anhelada diana, resolviendo con su habitual temple (lo que le daría a la postre el triunfo a su equipo).

Los filiales, entonces, se conjuraron al objeto de no dejar escapar los puntos. Mas su mordiente en los avances era deficitaria y se exponían, por otro lado, a ser víctimas de los contraataques de sus contrincantes. De esta guisa solamente los ponferradinos sufrirían un acecho inquietante (y que se revelaría a modo de lance aislado de este tipo): en el minuto 70, mediante un envío hacia su arco del susodicho Víctor García (al recibir una asistencia procedente del lado izquierdo de su delantera).

En sentido opuesto, en el minuto 72, Yuri protagonizaba una arrancada, deshaciéndose de varios potenciales defensores y quedando en una favorable situación. No obstante, erró en la conclusión y mandó un chupinazo que se elevó por encima del larguero.

En resumen, la “Ponfe” prosigue en su senda esplendorosa ya establecida: invicta y contabilizando 10 de los 12 puntos en liza, en su registro. Inversamente, los coruñeses han conseguido una magra renta: un punto de la docena de posibles. Y, por lo demostrado en la contienda deportiva aludida, su margen de equivocación les pasada demasiada factura (se sitúan ahora en la penúltima posición de la Tabla clasificatoria).

ALINEACIONES:

R.C.D. FABRIL:

Álex Cobo; Blas, Mujaid Sadick (min. 46, Quique), Raúl González, Lucas Viña; Yago Gandoy (min. 83, Luismi), Javi Cobo; Víctor García, Joni Montiel (min. 59, Villares), May; y Uxío.

S.D. PONFERRADINA:

Gazzaniga; Son (min. 79, Matthieu), Jon García, M. Zabaco, P. Trigueros; Óscar Sielva, S. Crespo; Isi Palazón, F. Carnicer (min. 66, Jorge García), Dani Pichín (min. 89, Pablo Espina); y Yuri de Souza.

GOLES:

0-1 (Yuri, de p., 21′), 1-1 (G. May, 44′), 1-2 (Fran Carnicer, 65′).

ÁRBITRO:

El Sr. Alonso Prendes, del Comité asturiano. Amonestó con tarjetas amarillas a Gandoy (min. 29), entre los chicos preparados por el técnico Tito Ramallo; y a Fran Carnicer (min. 40), Isi (min. 51), Saúl (min. 67) y a Óscar Sielva (min. 93, en la prolongación concedida), todos del cuadro de Jon Pérez, “Bolo”.

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente a la 4ª Jornada de la Liga regular de Segunda B, en su Grupo I. El escenario fue el Estadio o Campo denominado “El Mundo del Fútbol”, en la Ciudad Deportiva de Abegondo (A Coruña). Se observó una significativa presencia de seguidores que acompañaban a la expedición proveniente de Ponferrada.

                                                               Marcelino B. Taboada

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