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La Deportiva perdió por la mínima

La derrota llegó precisamente en la última jugada del encuentro, cuando lo más justo hubiera sido acabar en tablas. Así, la eliminatoria queda pendiente de un choque incierto entre bercianos y catalanes.

La disputa se desarrolló hasta aproximadamente el ecuador de la primera mitad (y luego, hasta el intermedio, mediante alternativas sin excesivo peligro) en un régimen de equilibrio e igualdad evidentes. En realidad, ninguno de los contendientes se lograba imponer a su rival.

En el minuto 6, la ocasión que abría la cuenta corrió a cargo de los anfitriones: el central ex blanquiazul David Goldar conectaba un testerazo, a la salida del bote de un saque de esquina, y detenía el cancerbero Manu García.

En sentido contrario, en el minuto 14, un motivado Jon García prolongaba el balón procedente del córner y procuraba un servicio de cabeza a un compañero, situado el vasco de “líbero” en el segundo palo, y el portero Ramón desbarataba esta acción atacante (sacando una estupenda “mano”).

Luego hubo que sobrepasar la media hora de juego para hallar alguna opción ofensiva a reseñar y se plasmó por partida doble, protagonizándolas ambas el central vizcaíno Jon García: en el minuto 33, el defensa izquierdo sevillano Ríos Reina chutó desde lejos y blocó el guardameta local; y a renglón seguido, transcurriendo el minuto 34, el mismo lateral envió un zurdazo y la retaguardia cornellanense lo rechazó.

Finalmente, en los ya postreros lances de esta intenso período antes de la pausa reglamentaria, un lanzamiento de una falta lateral efectuado por los ponferradinos se fue cerca de uno de los postes.

Para terminar, a punto de darse por agotado el tiempo de este intervalo, el murciano Isi conectó un cabezazo (aprovechando un servicio proveniente de la ejecución de un córner).

En resumen, al encaminarse los dos equipos hacia los vestuarios se transmitía una sensación de que el control de la pelota y el dominio del ritmo a imprimir se encontraba bastante repartido.

Retornados los intervinientes en la confrontación, en principio los visitantes trataban de imponer con una relativa contundencia.

En el minuto 46 el madrileño Dani Pichín proporcionaba un buen servicio (pase de la muerte), del que se benefició el ariete guipuzcoano Kaxe. Este dribló y tiró su acompañante Pablo Larrea, mas la zaga de sus oponentes consiguió despejar y neutralizar el riesgo que se cernía sobre su portal.

Un minuto más tarde, el centrocampista gerundense Óscar Sielva inauguraría el marcador. Recibió un centro aéreo casi perfecto (producto de la materialización de un saque de esquina, en las botas del antedicho Ríos Reina) y obtuvo un tanto de cabeza.

A partir de estos instantes, tornó a establecerse una lógica de lucha por apoderarse de la parcela ancha del campo.

En el minuto 60 empataría el conjunto barcelonés. En este caso, Pep Caballé disparó (ubicado en su flanco izquierdo ofensivo) y el rebote en un adversario colaboró en la introducción del cuero en el fondo de las mallas.

Los foráneos, ante tal vuelta a un tanteador parejo, se propusieron luego crear opciones para adelantarse en el electrónico.

En el minuto 74 acaeció una aproximación con un riesgo palpable: Kaxe intentaría concretar y su remate de cabeza marchó desviado.

En el minuto 80 el susodicho Jorge García se mostró en plan incisivo, recortó aunque no alcanzó la suerte necesaria en su ensayo decisivo.

A mayores, en el decurso del minuto 87, idéntico actor remitió por encima del larguero el esférico. En contraposición, a modo de respuesta cumplida, el delantero referente de los del Bajo Llobregat ‒Eloy Gila– estrelló la pelota en el exterior de la red de la portería de sus competidores.

Superado el minuto 90, un tramo suplementario de añadido fue decretado. Y en el alargue, rebasado el minuto 96 y a título epilogar, Agus Medina adjudicó la victoria a los suyos: su centro-chut se envenenó, debido al efecto y la deriva que adquirió, y perforó la red de unos sorprendidos contrincantes. Quizá los golpes francos algo escorados constituya la faceta más inquietantes de los blanquiverdes.

ALINEACIONES:

UE CORNELLÀ:

Ramón; Pere, Goldar, Ricard, Héctor Camps; Agus, Pep Caballé; Lobato (min. 54, Gaspar), Eloy Gila, Abde; y Esteve (min. 73, Manucho –lesionado– y luego, en el min. 85, Jaume).

SD PONFERRADINA:

Manu García; Son, P. Trigueros, Jon García, Ríos Reina; Isi, Ó. Sielva, P. Larrea (min. 61, Saúl), Dani Pichín (min. 76, Jorge García); Bravo (min. 87, Yuri) y Kaxe.

GOLES:

0-1 (Óscar Sielva, 47′), 1-1 (Pep Caballé, 60′), 2-1 (Agus Medina, agotando la prolongación o descuento).

ÁRBITRO:

El Sr. Monter Solans, del Comité aragonés. Amonestó con tarjetas amarillas a Ricard Pujol (min. 17) y Agus Medina (min. 45), del conjunto entrenado por el técnico Xabier Calm; y a Saúl Crespo (min. 95), perteneciente al otro bando.

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente al primer cruce de la fase de ascenso a la Liga Adelante, en su versión de ida. Se desarrolló en una superficie especial, de césped artificial, lo que pudo perjudicar a los comarcanos. En los graderíos se apreció un nutrido grupo de gentes del Bierzo (incluso algunos aficionados residentes en Cataluña, apoyados por la Asociación de emigrantes integrados plenamente, ASOBECAT).

                                                             Marcelino B. Taboada

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