Bierzo

La zona centro rubrica su contrariedad

Pedirán una reunión con la Alcaldesa

Un grupo de comerciantes ha hecho entrega en el Ayuntamiento de un documento con la firma de unas -aseguran- 1.700 personas disconformes con los cambios urbanísticos planeados para el centro de Ponferrada. La recogida no ha sido impulsada por ninguna organización concreta, sino de forma particular por comerciantes y hosteleros de la zona que va desde la calle Gral. Gómez Núñez a la avenida Camino de Santiago. Los encargados de presentar este documento de protesta se consideran parte de un grupo de afectados sin portavoz oficial que tiene por objetivo frenar o rediseñar el proyecto, y de ahí que deseen hacer notar que hay voces discordantes con el mismo. A la salida, los portadores de las firmas se han cruzado con la Alcaldesa, que acudía a una reunión.

Durante las últimas semanas, los clientes de numerosos negocios del centro de Ponferrada han podido alistarse en esta iniciativa. Aun atendiendo a razones heterogéneas, muestran una oposición explícita a los modos y fines del consistorio para con el barrio. La primera preocupación para hosteleros y comerciantes de la zona señalada viene de la opacidad con la que este proyecto, dicen, avanza. Se quejan de la falta de comunicación con el equipo de gobierno, que comunica mal y tarde, según ellos, y lamentan hasta el enfado que no se haya fomentado la participación de los afectados en el diseño de la reforma.

Las quejas sobre la opacidad, la comunicación casi nula y tardía y la falta de participación son casi unánimes entre los afectados, que aseguran ver peligrar su medio de vida si lo que se sabe del proyecto se lleva a cabo.

 

En este plan de repavimentación de las calles General Gómez Núñez y de la avenida Camino de Santiago, la circulación de coches se reduciría a un solo carril y a una sola dirección (de entrada a la plaza Julio Lazúrtegui por Camino de Santiago y de sentido inverso en Gómez Núñez). Las obras traerán un ensanche de aceras, con la consiguiente reducción de plazas de aparcamiento. Con incertidumbre, no pocos comerciantes se preguntan qué va a pasar con los aparcamientos y también con las zonas de carga y descarga, vitales para su quehacer cotidiano, tanto el de aquellos que dependen del cliente que efectua una detención breve (Gómez Núñez es una calle en la que es habitual ver vehículos en doble fila con ambos intermitentes encendidos) como para los que reciben o entregan suministros de cierto volumen.

En palabras del regente de un negocio en la zona, las firmas buscan, entre otras cosas, llamar la atención, visualizar el descontento y la falta de consenso para que no quepa duda de que «va a haber voces discordantes». La protesta acusa a la corporación municipal de no haber hecho un buen estudio de la situación, pecando de desconocimiento sobre el funcionamiento del comercio de cercanía, de las redes de distribución que lo hacen posible y de los hábitos de los consumidores. Muchos empresarios creen que el proyecto no responde a las necesidades realmente existentes del comercio local, pues, en su opinión, el consumidor busca la inmediatez y la comodidad que proporciona la existencia de estacionamientos. La preocupación de estos emprendedores de la zona se basa en que no ven factible en una ciudad como Ponferrada un cambio de paradigma tan brusco, a saber: el del abandono del uso masivo del coche, más aún cuando la ordenación nueva de las direcciones crea, según ellos, una via de fuga para clientes “rodados” allende la zona que se va a peatonalizar. «¿Qué sentido tiene decir que se quiere promover que la gente venga al centro cuando Gómez Núñez será sólo de salida?» -se preguntan.

Hosteleros y comerciantes ven en este proyecto una falta de conexión con los hábitos de ocio y consumo de los ponferradinos, acostumbrados mayoritariamente a efectuar sus desplazamientos al volante de sus vehículos, y por tanto un intento por parte de los gobernantes de cambiar las costumbres de los ciudadanos que fracasará como política pues creen que solo va espantar el comercio del centro hacia zonas con parking. Comerciantes y hosteleros varios comparten ese diagnóstico: donde hay más plazas de aparcamiento, hay más movimiento tanto en tiendas como en bares. Por eso, aunque las sensibilidades respecto a lo concreto del cómo debería ser la remodelación varían, la pérdida de sitios de estacionamiento en la pura zona centro les parece inconveniente a todos ellos.

Esta intentona del Ayuntamiento de cambiar la costumbre de los ponferradinos a la hora de desplazarnos (dejar el coche y “peatonalizar” nuestros movimientos por el centro) fracasará, según muchos firmantes, porque no va aumentar el flujo de peatones. Para los que hoy protestan, el proyecto tendrá un efecto inverso, pues, al eliminar plazas de aparcamiento en Gómez Núñez y poner sentido único de salida en esa cale, se empujará a los ponferradinos a consumir y comprar en las zonas de fácil aparcamiento a las que dicha vía lleva. Los pequeños comerciantes creen que el desequilibro que sufren frente a las grandes superficies empeorará de llevarse a cabo estos planes, e insisten por ello en su ecuación de que a más plazas de aparcamiento, más movimiento. Para ellos, la eliminación de estacionamientos en la zona centro y el cambio de sentido de Gómez Núñez convertirían dicha arteria de la ciudad en una lanzadera que, del centro, llevaría el tráfico rodado y la actividad económica a barrios de nuevo cuño, pero que ni cambiará por sí misma los hábitos de los consumidores ni favorecerá el comercio en el entorno de la plaza de Julio Lazúrtegui.

Los portadores de las firmas se han encontrado a la salida de la Casa Consistorial con Gloria Merayo, la Alcaldesa de la ciudad. El cruce de palabras ha sido breve, pues la regidora se dirigía a una reunión. Los comerciantes le han pedido que tenga en cuenta el apoyo a su causa que creen mostrar con esas firmas contrarias al proyecto. Por su parte, Merayo les ha convidado a organizar una reunión donde tratar los aspectos de la remodelación, como ya hizo con los comerciantes de Camino de Santiago y Ave María el mes pasado, aunque, de entrada, la cabeza del equipo de gobierno afirmó que las obras de General Gómez Núñez se empezarán el año próximo pues da por asegurada la financiación de las obras por parte de la JCyL. El grupo de comerciantes ha visto con buenos ojos la propuesta de esa reunión y presenteará una petición por escrito para la celebrar la misma en las próximas semanas.

Otro político con el que el grupo de comerciantes ha interactuado ha sido el concejal Tarsicio Carballo, que les ha mostrado su apoyo porque encuentra absurdo que Camino de Santiago pase a ser de sentido único hacia la plaza de Lazúrtegui cuando es una calle que lleva a barrios como Cuatrovientos o al hospital comarcal. El edil afirma que su propuesta sería distinta, cambiando el sentido de algunas calles para promover circuitos internos que facilitaran los desplazamientos por el centro, evitando el efecto de centrifugado que denuncian los comerciantes contrarios al proyecto. Según el veterano político del P.R.B., no deberían hacerse experimentos con la avenida Camino de Santiago, que a su parecer «funciona», sino que urgiría intervenir en la Avenida de la Puebla, «donde hay problemas visibles que se pueden solucionar». En cualquier caso, Carballo dijo que sería de sentido común probar cualquier cambio de sentido de las calles primero, para ver si funciona, antes de embarcarse en obras como las de Ave María, las cuales, ha dicho, «están siendo muy lentas y han provocado ya varias averías».

 

Fran Fdez. Salgado

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