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Promonumenta se opone a la adecuación del canal CN-2 a Las Médulas para tránsito de bicicletas todo terreno (BTT)

Promonumenta se opone a la adecuación del canal CN-2 a Las Médulas para tránsito de bicicletas todo terreno (BTT)

Consideran que es un desatino que está amenazando a los canales de Las Médulas

Indican que el CN-2 llevaba agua desde las zonas altas de los Montes Aquilanos hasta el yacimiento de Las Médulas, con una doble finalidad: por un lado, demoler y arrastrar los aluviones o yacimientos secundarios con su contenido de oro y, por otro, servir para el lavado de estos aluviones y separar el oro que contienen.

Indican al inicio de su exposición de razones para su oposición, “que los canales principales son ocho: seis por la vertiente sur de los Aquilanos y dos por la vertiente norte (más uno muy cortito y de pequeño caudal). Sus puntos de partida y sus longitudes hasta llegar a Las Médulas son diferentes para cada canal, totalizando, junto con algunos canales secundarios, un total de 800 km. En concreto los de la vertiente norte nacen los dos en las proximidades de Peñalba de Santiago y llegan a puntos distintos del yacimiento, recorriendo distancias de 56 km, el superior (denominado CN-2), y de 64, el inferior (CN-1)”.

Importancia del canal superior (CN-2) de la vertiente norte de los Aquilanos

“El desatino mencionado al principio de este escrito se centra en esta ocasión en el canal superior de la vertiente norte, el CN-2, cuyo nacimiento de produce en el valle de Friguera (Peñalba de Santiago), hacia la cota 1150 m, y concluye en Campo de Braña, en la cabecera de Las Médulas, a la cota 978 m, lo cual arroja una pendiente media del 0,31% y una longitud, según habíamos dicho ya, de 56 kilómetros”. Teniendo en cuenta que la sección hidráulica media de agua aportada a la explotación aurífera es de 0,28 m2 (anchura entre 1,20 y 1,60 m. y profundidad de 0,20 m) y que el coeficiente de rugosidad de Kutter es, aproximadamente, 1,35, se puede calcular que la aportación media de agua de este canal es de 0,137 m3/s, la cual, una vez descontados estiajes y pérdidas, se reduciría a 3.163.166 m3 de agua aportada anualmente, lo que significa el 20,67% del total aportado por toda la red hidráulica de Las Médulas (15,3 Mm3/año).

Traza del canal CN-2 ¿Qué pasaría al adecuarlo para circulación con BTT?

“Cuanto hemos dicho anteriormente solo tiene una finalidad: mostrar la gran importancia que el canal superior de la vertiente norte (CN-2) tuvo en el conjunto de la red hidráulica de Las Médulas y la todavía inseguridad de los datos considerados. Por esta razón, la importancia que ahora tiene para el estudio de la tecnología desarrollada por Roma en las conducciones hidráulicas por gravedad, ya que permitirá investigar numerosos aspectos y parámetros de su construcción que todavía no han sido suficientemente estudiados o, incluso, son desconocidos”.

Adecuaciones necesarias para que el canal pueda convertirse en camino BTT

Afirman que “es muy distinto acondicionar un canal para el tránsito pedestre que para la circulación con Bicicleta Todo Terreno (BTT). El primero solo requiere el desbroce del mismo en toda su longitud y, en zonas muy puntuales, la estabilización de taludes, el paso de vados y la solución de problemas de estabilidad que pueda presentar la propia plataforma del camino, no alterando, salvo en casos muy excepcionales e infrecuentes, la topografía de su base”.

Sin embargo, la circulación con bicicletas BTT requerirá una actuación mucho más completa, con alteraciones en la estructura y morfología del propio canal, máxime si el camino o “carril” va a registrarse y publicitarse como de especial uso para BTT, lo cual implica una mayor responsabilidad en materia de seguridad y mantenimiento por parte de los promotores y autoridades competentes.

Teniendo en cuenta el estado actual del canal CN-2, apto ya para el ejercicio de senderismo en gran parte de él (ya se han efectuado varias marchas pedestres), pero no así para circulación de bicicletas, sería necesario realizar las siguientes actuaciones:

-Estudios arqueológicos preliminares para determinar aquellos lugares y aspectos del canal que deban ser preservados en su integridad actual, tomando las medidas necesarias para ello.

-Realización de un proyecto detallado, con participación de personas especializadas en la materia, tanto desde el punto de vista de la ingeniería como de la arqueología.

-Estudios geotécnicos o conjunto de reconocimientos y ensayos pruebas que deberán realizarse en el terreno para conocer las condiciones físicas del entorno y las propiedades mecánicas de los diversos suelos presentes en la zona de estudio para asegurar su estabilidad y evitar posibles accidentes

-Acondicionamiento de la plataforma de la base del canal

-Realización de drenajes en cruces con manantiales y pequeños arroyos que, en un principio, servían para abastecer agua al canal.

-Acondicionar el paso de vados en lugares donde se presentan hundimientos de la plataforma de varios metros de longitud.

-Ejecución de obras para estabilización de tierras en el talud.

-Obras de rehabilitación de estructuras, normalmente de muretes de sujeción del canal en pasos de pequeñas vaguadas o de estabilización de taludes.

-Colocación de sistemas para control ge desprendimientos en tramos de gran pendiente, instalando mallas de acero.

-Teniendo en cuenta la gran longitud del canal, será necesaria la construcción de algunas áreas de descanso.

-También, considerando la peligrosidad de algunos tramos por la gran pendiente del talud, sería recomendable la colocación de barandillas de seguridad.

-De acuerdo con el Manual de Aspectos Constructivos de Caminos Naturales, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el ancho de un camino para bicicletas deberá ser, al menos, de 75 cm en posición de reposo y 1 m de ancho en marcha, considerando las desviaciones de la trayectoria propia del pedaleo. Si la circulación es bidireccional, como sería el caso, el espacio necesario será el doble del ancho preciso para una dirección (2 x 1 m), más un resguardo de 0,25 m a ambos lados, por seguridad ante los posibles movimientos. Por tanto, el espacio mínimo requerido en vías que vayan a ser ciclables será de 2,5 m. Por otro lado, para que circulen los peatones, se requiere una anchura de 1 m. Por tanto, la anchura mínima de un camino tipo de uso compartido será de 3,5 m.

Teniendo en cuenta el mencionado Manual, incluso en el caso de no considerar el cruce simultáneo de un peatón y dos bicicletas, el canal no tendría anchura suficiente en la mayor parte del recorrido para alcanzar el mínimo de 2,5 m de ancho recomendados.

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