Bierzo Cultura

Totum Revolutum desboca Río Selmo con el idioma propio del teatro

El grupo de teatro de la Escuela Oficial de Idiomas, Totum Revolutum, estrenó en la sala «Río Selmo» su nueva obra, «Tango que volver».

 

Dos pases y un mismo resultado: un público desbordándose en las risas y sobre todo en el aplauso, el lenguaje del éxito, en una sala prácticamente repleta donde los ausentes dejaron de poder vivir lo irrepetible: el estreno de la nueva obra de la compañía teatral de la Escuela Oficial de Idiomas, Totum Revolutum, preparada con mimo y secretismo durante los últimos meses y bautizada «Tango que volver».

Totum Revolutum estrenó su nueva obra, «Tango que volver», con dos pases (18 y 20 horas) ayer sábado 16 de marzo en la sala «Río Selmo», manteniendo así el ritmo de una obra al año que llevan desde hace ya un lustro completo. La asistencia del público fue máxima y las expectativas generadas por el «celo con el que se ha guardado la obra», tal como dijo en la presentación Concepción Vega, cumplidas sobremanera, ya que la representación levantó muchas risas gracias a la vis cómica del grupo pero también sirvió para demostrar la madurez artística alcanzada por esta compañía de aficionados, que llevaron a escena un gran abanico bien engrasado de recursos y técnicas dramáticas.

El grupo Totum Revolutum, en un ensayo de la obra «Tango que volver»

La profundidad en el oficio alcanzada por la Totum Revolutum queda patente desde las escenas iniciales de «Tango que volver», ya que de principio a fin luce, significativamente, una labor de caracterización, vestuario y desarrollo de cada uno de los personajes tan lograda que se convierte en sí misma en otro vehículo para la comunicación con el público, otro idioma más a escena con el que la compañía hace (aún más) sostenible por sí la obra. Los actores usan de su vestimentas, pero también de su expresión gestual así como de la música y de las coreografías, para trasladar al público a la cartografía fragmentada del todo revoltosa. La autonomía artística de «Tango que volver», guión con el que Totum Revolutum trasciende la etiqueta de mero grupo escolar, es consecuencia de una esencia artística destilada a partir de muchos elementos, empezando, claro esta, por el quehacer resuelto de sus políglotas actores que son también creadores y compañeros en la horizontalidad de la dirección con Antonio González. Cuando a un grupo se le ve llevar a cabo exitosamente un desparrame coral (¿clase de aeróbic?) en el que cada cual va perfectamente a su bola pero todos al unísono y no mucho después, coordinados con precisión de reloj de agujas, suceder la entrada y salida individual de todos y cada uno para recibir «su dosis» para de nuevo generar otra lluvia de estrellas, se entrevé un trabajo de dirección de escena capaz de organizar y disciplinar a no pocos y no profesionales actores generando además un espacio de comodidad y confort para cada uno; «insight», éste, de la mecánica del grupo que tiene su auto-guiño, llevado al paroxismo, en los minutos requetefinales de la obra.

Este final, culmen de una hora y pico de humor pero también tensión argumental que va despertando el «cómo acabará» en la mente del público, es el momento álgido, concluyente, apoteósico y rotundo en el que el abanico se abre pletóricamente y el arte desborda la escena y se convierte en estado de ánimo, escena viva, plenitud: el lenguaje universal del teatro en plasmándose en todos los idiomas: música, caracterización, mímica y coreografía.
El estreno ya fue ayer pero habrá (tiene que haberlas) más sesiones. Procure que no se lo cuenten.

El carácter elevado a su máxima potencia

 

El tándem galaico-portugués aporta buena parte de la sustancia cómica de la obra.

«Tango que volver» es un espacioso transatlántico hecho de camarotes presuntamente estancos que, gracias al multilingüismo de la obra, se entremezclan coadyuvando a la causa, en esta ocasión cómica y también reflexivamente seria, como de algún modo simboliza cierto par hecho de sempiternas dos máscaras. Y el mejunje funciona: si, tal como ocurre en la obra anterior («Desenlace à la Brexit»), los encuentros galaico-portugueses son más dados a la risa y el humor algo escatológico, arrebatadoramente cómico (con «más barullo, como dicen en Portugal», señalan), hay una parte más didáctica que corre a cargo de Maite de la Fuente, la única profesora (junto a Antonio González) de la compañía (el resto son todos, recordemos, alumnos de la E.O.I.), que se encarga de que ni el público ni los personajes se pierdan en el torbellino traduciendo lo necesario de lo que dicen y señalándoles y señalándonos por donde hay que ir llevando los pies o la atención en esta aula dramática.

 

El reparto de la compañía de teatro «Totum Revolutum» celebró el rotundo éxito de su estreno en un conocido ambiente social de la parte alta de la ciudad.

Otra de las actrices, una alumna, Mayte González, nos cuenta, pasó a formar parte de la compañía el año pasado. Para la joven, que era ya políglota, sus conocimientos no eran incompatibles con la timidez y decidió probar con el teatro como vía para mejorar su capacidad de expresión. Ella es el vivo ejemplo de lo que, en términos pedagógicos, la Escuela Oficial de Idiomas de Ponferrada buscaba conseguir apoyando e impulsando la creación de Totum Revolutum: el arte escénico como terreno para el desarrollo de la expresión oral de sus alumnos. El resultado, a la vista está con Mayte, es espectacular: su personaje llega a hipnotizar en tres idiomas diferentes y es (se oye en los corrillos) uno de los que más impactan de «Tango que volver».

El escaparate de una institución viva

La directora de la Escuela Oficial de idiomas, Concepción Vega, presentó a la compañía de teatro de la institución antes de su actuación en la sala Río Selmo.

Si Totum Revolutum se ha convertido en una de las fuerzas vivas de la cultura y el arte en Ponferrada, la Escuela Oficial de Idiomas es el horno gracias al que este trenzado de la creatividad y el talento ha podido florecer y dar sus cinco frutos. Para Concepción Vega, directora de la E.O.I. ponferradina y que ayer sólo habló de teatro, el grupo, dijo en la presentación en Río Selmo, lleva ya 5 años «paseando el buen nombre de la E.O.I.» por capitales y ciudades castellanas, gallegas, portuguesas y leonesas (próximamente se estrenarán también en Asturias). Para Vega, que fue políticamente correcta en su atención a la prensa del cóctel posterior, no se puede decir que ninguna de las obras de Totum Revolutum sea preferible en modo alguno a las demás, pero sí que «la última es la mejor porque siempre se superan».

La compañía se encuentra en un momento nuevo para ella. Tras el estreno de «Tango que volver», Totum Revolutum está manteniendo en activo dos libretos diferentes: el que ayer presentó ante el público ponferradino y su creación anterior, «Desenlace à la Brexit», para el cual hay por lo menos tres actuaciones programadas todavía (una en la Casa de la Cultura dirigida a los alumnos de los institutos Europa y Álvaro de Mendaña el 26 de abril; y otras dos en Zamora el 17 de mayo y El Ferrol el 29 de marzo). La siguiente ocasión para conocer los secretos de «Tango que volver» será en Astorga el próximo 7 de mayo.

Esta agenda de «Totum Revolutum», compañía de cuya madurez no solo es muestra su saber hacer sobre las tablas sino un calendario en el que se combinan representaciones tanto de la recién estrenada «Tango que volver» como de su obra anterior, «Des Enlace à la Brexit», es posible gracias a la pasión por el teatro y el trabajo del director de la compañía, Publio Reguera, cuyos carisma y bonhomía son parte de mejor patrimonio de la Escuela Oficial de Idiomas de Ponferrada.

Publio Reguera, director de «Totum Revolutum», durante el coctel posterior al estreno de «Tango que volver».

Sus compañeros y amigos lo tienen claro: «si vamos a una ciudad y hay un bus organizado para «Totum Revolutum», lo ha organizado Publio; los contactos, los consigue Publio; las cenas, Publio» nos enumera un miembro de la teatral cuadrilla. Reguera es el rostro y la voz del grupo y el hombre de quien todo el mundo en la E.O.I. ha oido hablar como jefe de todo este milagro.

Nuestra «teacher»

La profesora de inglés Elena Fernández Arias fue una de las impulsoras del grupo teatral «Totum Revolutum» en 2013.

Entre el público asistente, así lo destacó en su presentación previa de la obra Concepción Vega, se encontraba Elena Fernández Arias. Han pasado 5 años desde que esta profesora de inglés ejerciera como tal en Ponferrada, pero Publio Reguera, el prohombre de la Asociación de Estudiantes de la E.O.I., sigue refiriéndose a ella como «nuestra “teacher”». Fernández completó el relato de Vega, quien había hablado de cómo en el XXV Aniversario de la institución que dirige se propuso hacer una actividad conmemorativa. El resultado de la inmediata lluvia de ideas fue una obra de teatro (Fernández le asigna la idea a Antonio González) que, se decidió, sería multilingüe, y de la que se hizo cargo Elena,.

El primer problema vino al descubrir que no existían libretos de ese tipo. Había que hacerlo. En aquella primera ocasión, recuerda la que todos tienen por gran inspiradora del grupo, se recurrió a los servicios de un guionista, con la resultante de una obra emplazada en un lugar (berciano pero sin más señas) del Camino de Santiago en el que los malentendidos y bromas entre los distintos usos lingüísticos presentes resultaron la mar de bien, la convivencia del grupo muy productiva… y como siempre ocurre, la creatividad llama a la creatividad (y al contrario que con el dinero, la pequeña a la grande).

 

Para Elena, que se quita méritos en la puesta en marcha de Totum Revolutum, que el grupo se vuelva autónomo al ser capaz de generar sus propios guiones es un «reto nivel 2»: «se han puesto a crear». En su opinión, que conoce las dificultades de preparar una exhibición como la de ayer, las estrategias del grupo son astutas a la hora de elegir de espacio para sus obras «contextos multilingües que se puedan fragmentar en esqueches por la cuestión logística de los ensayos» entre adultos amateurs que no disponen de mucho (ni del mismo) tiempo libre.

Cartel con el que «Totum Revolutum» ha anunciado su próxima actuación en Zamora, en la que representará su cuarta obra, «Des Enlace à la Brexit».

Para la profesora, a quienes en la E.O.I. de Ponferrada todos guardan un enorme cariño, el grupo humano de esta institución, sus profesores («enormes profesionales») y su asociación de alumnos («el alma de la escuela», nos dice, que es difícil comparar a cualquier otra), son capaces, tal y como quedó demostrado anoche, de conformar un «gran abanico y bien engranado» gracias al cual la E.O.I. de Ponferrada cuenta con un espacio de creación, ensayo y error, desarrollo académico y profesional para sus profesores y alumnos que es capaz de convocar a un numeroso público cuando se sube a las tablas, cuando la lengua del teatro se lleva a escena.

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