‘Instalados en el ecuador de los Juegos Olímpicos de Río 2016, los seleccionados españoles simplemente han cubierto las expectativas.’

Desde el 5 al 21 del presente mes, conforme a los calendarios y previsiones oficiales, se vienen celebrando los XXXI JJ. OO. de la Era Moderna en la ciudad cosmopolita de Río de Janeiro (Brasil). Es, sin duda, toda una novedad: primera ocasión en que el escenario de la magna cita mundial se traslada a Sudamérica, que tiene lugar en un país lusófono y la segunda vez en que ha sido elegida una nación de Latinoamérica (tras la concesión, en 1968, a México). Más tarde también se disputarán, en similares o idénticas sedes, los XV Juegos Paralímpicos (7-18 de septiembre).

Un contingente superior a los 11.000 atletas o deportistas participan (o contenderán) en esta magna Competición. Se distribuirán acudiendo a 306 eventos diversos, que se desarrollarán en 33 instalaciones o recintos deportivos al efecto y que se corresponden con 28 deportes declarados “olímpicos”.

Por lo que respecta a las “estrellas” que – hasta el momento – han destacado en sus actuaciones, llama poderosamente la atención que pertenezcan todas a la expedición más potente (salvo la novedad de una “ondina” magiar): la norteamericana. Además, por otra parte, se vinculan a una sola especialidad deportiva (la natación), excepto en el caso de una inigualable y extraordinaria gimnasta (Simone Biles). Incluso alguno de los protagonistas repite en estas gozosas hazañas, constituyendo Michael Phelps el ejemplo paradigmático: 4 medallas de oro y una de plata. Completan la lista – al lado de Simone Biles (dos oros) – Katia Ledecky (asimismo imitando y reiterando la gesta de Phelps: 4 oros y una plata), la húngara Katinka Hosszú (tres oros y una plata, sumando cuatro metales en total) y Madeline Dirado (dos oros, una plata y un bronce, acumulando cuatro preseas de todos los colores).

En la tabla del “ranking” actualizado (a la fecha de hoy) se nota considerablemente el descenso ordinal en la clasificación de la Federación Rusa, a consecuencia de la ausencia de 118 componentes de equipo con marcas destacadas (víctimas de unas prácticas de dopaje “institucionalizado”).

Por lugares preferentes (y utilizando el criterio preferente de ganadores o triunfadores, individual y/o colectivamente) el listado es como sigue:

1. Estados Unidos: 21 oros, 15 platas y 18 bronces, contabilizando 54 galardones o accesos al podio.

2. China: 13 oros, 11 platas y 17 bronces, con un global de 41 medallas o premios.

3. Reino Unido: 9 oros, 11 platas y 6 bronces, acumulando 26 metales.

Y, ya resumiendo, en el TOP 10 se sitúan a continuación:

4. Japón (7, 3 y 14, respectivamente, de lo que resulta un conjunto de 24), 5. Alemania (8, 4 y 3, equivalentes a 15), 6. Australia (6, 6 y 8, igual a 20 totales), 7. Corea del Sur, 6, 3 y 4, adición igual a 13), 8. Rusia (5, 9 y 8, que hacen 22), 9. Francia (5, 8 y 5, que resultan 18 en definitiva) y 10. Italia (5, 7 y 6, que suponen una suma de 16).

ESPAÑA:

Considerando que nuestro país ocupa el puesto 13º, a nivel planetario, por lo que atañe a riqueza nominal o absoluta (Producto Interior Bruto), y en torno 14º (en relación al parámetro de “calidad de vida”), ello se debiera reflejar relativamente en la variable de “deportistas de élite” o “de excelencia en la alta competición o concursos”. Y, justamente, en esa posición “emblemática” estamos ubicados (aunque con tendencia al descenso). Nuestros representantes han alcanzado “las mieles de la victoria” ya en tres disciplinas: en piragüismo (kayak, K-1, lograda por la “palista” donostiarra o vasca M. Chourraut), en natación (con la casi habitual Mireia Belmonte), ambas insertas en la categoría femenina; y en tenis (en la especialidad de dobles, con el “abanderado” Rafa Nadal y el catalán Marc López). Y, por si no fuera de apreciar y subrayar una mayor aportación y opciones de las féminas y abundando en tal evidencia, los bronces se los adjudicaron la mencionada Mireia y la berciana Lydia Valentín (en halterofilia, inaugurando en este apartado y materia el libro de la historia español). Aún queda bastante al objeto de emular (o superar) el registro de las anteriores Olimpiadas de Londres 2012: 17 premios en forma de medallas acreditativas. Pero la esperanza todavía se mantiene intacta.

Nuestro combinado nacional dispone de algunas oportunidades favorables mas la dificultad es considerable, si se pretende conseguir un logro importante y decisivo: meterse, por derecho propio, mérito y capacidad, en el club de los 10 mejores. Y es que nos localizarían el resto de rivales en la casilla 16, si nos atuviéramos a la cosecha de medallas “indistintas”, y empatados en esta tesitura con un cuarteto de serios contrincantes (en una estrecha pugna): Suecia, Corea del Norte, República Checa y Sudáfrica.

De cualquier manera que se interprete, lo que conviene testimoniar es que el optimismo, las ganas y la ilusión serán determinantes y de estos factores la selección española se halla sobrada y pletórica.

                                                                            Marcelino B. Taboada

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