Un abedul crecerá como símbolo de unión entre el Camino de Invierno y la Ruta de San Olaf

La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ponferrada, María Antonia Gancedo, ha hecho, junto a la delegación de noruega que visita estos días la ciudad, un alto en la etapa del Camino de Santiago entre Campo y Toral de Merayo (población a la que llegarán por el Camino de Invierno) para simbolizar, con la plantación de un árbol, el espíritu de colaboración entre la capital berciana y el país escandinavo. El ejemplar escogido es un abedul, «típico en noruega, los hay en todas partes» ha dicho la portavoz de la comitiva nórdica, Assel Bitustuel, que junto a los cerezos que se plantaron en compañía de una delegación japonesa suma un nuevo ejemplar a la colección de «Arboles del Camino» que ha querido impulsar el Ayuntamiento de Ponferrada durante este mandato.

Bitustuel ha hablado en nombre del grupo y ha dicho que se encuentran muy «felices» de los resultados de la visita. Para los escandinavos visitantes, ha sido sorprendente («eso no lo tenemos en Noruega», ha dicho su portavoz) el nivel de cooperación que han visto entre las 24 municipalidades que conformar la Asociación de Ayuntamientos del Camino de Santiago de Invierno. Sobre el futuro, dijo contar con «planes» para continuar en el futuro la cooperación y en lo personal sobre los atractivos turísticos visitados en El Bierzo, fue tajante: «volveré».

Aunque no directamente a los medios, en el corrillo que se ha formado durante la plantación del abedul se ha escuchado al representante de turismo de Noruega en España, Luca Bacci, comentar que volverá el año que viene a ver cómo va creciendo el árbol que se ha plantado hoy, un «signo de nuestro amistad», ha dicho Bitustuel, que ha de crecer a una con dicho espíritu de colaboración para «ayudarse unos a otros a desarrollar nuestras vías de invierno», ha dicho en referencia a la Ruta de San Olaf y la variante invernal de la Ruta Jacobea que nace en Ponferrada.

Para la Concejal de Cultura de Ponferrada, María Antonia Gancedo, que no ha descartado instalar una placa conmemorativa junto al betula (según su nombre latino), lo de hoy es «el comienzo de una bella amistad» simbolizada por el árbol, en lo que es el segundo ejemplo de una diplomacia con los huéspedes extranjeros que ya se estrenó con los cerezos en honor a Japón.

La climatología se ha aliado con los asistentes ya que en el momento del simbólico acto lucía el sol tras una mañana lluviosa. Por la tarde está planeada una visita al monumento Patrimonio de la Humanidad de Las Médulas, en el suroeste de la comarca de El Bierzo, por donde pasa el Camino de Santiago de Invierno.

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