El debate sobre los 3 millones avivó y culminó el Pleno

«No tenemos derecho a echar por tierra [estos presupuestos]», dijo Gloria Fernández Merayo en su alegato final. «No digan que no a toda esta gente», pidió en referencia a los pedáneos presentes en el salón (algunos de los cuales habían intervenido en el debate). El co-gobierno, viendo la aritmética poco favorable, llegó al final del debate poniendo encima las partidas más «abiertas» y el dinero del remanente de inversiones, 3 millones de euros (500 millones de las antiguas pesetas). La oposición al co-gobierno sólo debía elegir el destino: «cualquiera obra de las que ha dicho me parece necesaria y contará con mi voto», le dijo Muñoz a Olegario Ramón en referencia a la lista de inversiones que el socialista había propuesto como alternativa al plan de presupuestos de la Alcaldesa.

«La oferta y el compromiso del co-gobierno son los 3 millones del remanente», anunció Pedro Muñoz. La propuesta explícita del concejal de Bienestar Social de dejar en manos de la oposición ldicha cantidad abrió una prorroga en el debate que fue el periodo más vivo del Pleno. Los distintos portavoces se interpelaron con mucha flexibilidad en sus intervenciones. Muñoz reaccionó a las negativas de pacto retirando la propuesta en un momento dado pero la Alcaldesa, serenamente, dijo «pues hago mía su propuesta» y dio una leve continuidad a la discusión con la que trató infructuosamente de lograr un pacto de presupuestos in extremis.

La idea de Miranda, Muñoz y Merayo era que del dinero que, de haberse aprobado los presupuestos, habría ido dedicado a inversiones (un monto total de 9 millones de euros) se hiciera un reparto de tal manera que 6 millones fueran a parar a las partidas objeto del debate (ya adjudicadas) y los otros 3, provenientes del llamado «remanente» (esto es: del dinero no gastado en el ejercicio anterior), quedaran a disposición de la oposición. De toda la oposición, «del Partido Socialista y del resto de grupos», tal y como dijo la Alcaldesa, aclarando que serían todos incluidos en el debate después de que Miguel Ángel Fernández expresara su temor de que la propuesta se tratara de un pacto con el P.S.O.E. que dejara en fuera de juego a los demás.

Ni aun así al portavoz de Ponferrada en Común acabó de convencerle la propuesta: «esto es poco serio» dijo con rotundidad. Tarsicio Carballo, por su parte, señaló que si ya todos estaban de acuerdo en que aprobar los presupuestos en agosto era hacerlo tarde, esperar otro mes más para llevar a cabo la propuesta «lo empeora todavía más». El debate se avivó, envolviéndose cada intervención de un nutrido parloteo (la Alcaldesa acertó permitiendo el debate a la par que mantuvo el orden cuando creyó necesario, tal y como cuando se dirigió a Ángela Marqués para recordarle que «tiene usted un portavoz y ha tenido 3 años para acostumbrare a ello»). Miguel Ángel Fernández recordó que «esto no es un chalaneo, ni una feria, ni una cuestión lacrimógena».

La idea de los co-presupuestos en inversiones tampoco convenció a Olegario Ramón. El socialista terminaría el debate ironizando sobre que «el mercadillo es el miércoles, no el martes». Ironías a parte, Ramón señaló que, a su entender, la propuesta no era tal pues todo el gasto que se quiera hacer de los remanentes de inversión ha de negociarse exista la promesa de ello o no.

El peso de lo prometido no fue suficiente para cambiar el parecer de la oposición y la votación dio el esperado balance de 9 a favor – 13 en contra que Muñoz, Merayo y Miranda querían evitar. Para Samuel Folgueral, en declaraciones posteriores al Pleno, la propuesta sólo se trataba de «una salida de última hora» para tapar el fracaso del Equipo de Gobierno en su intento de sacar adelante los presupuestos.

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