La culpa no es del alcohol, sino nuestra. Conducir es incompatible con el consumo de alcohol por muchas y muy detalladas razones. Por otro lado, el alcohol forma parte de muchas reuniones sociales y en momentos de ocio, con lo cual estamos en una situación que no nos permite conducir. Es necesario estar concienciados en relación a qué parte juega el alcohol en nuestras vidas, y si queremos, o podemos ponerle coto.
- Beber mucha agua, no sirve de nada. No acorta tiempos para la eliminación del alcohol en sangre.
- Masticar algo que “absorba” el alcohol. Lo hará solo del alcohol en la boca, no del que ya hemos absorbido.
- Hacer esfuerzo físico intenso antes del control,… no sirve de mucho tampoco. Solo para cansarnos y para respirar agitados, quizás para sudar, pero no es nada milagroso para reducir la alcoholemia.
- Vomitar. Con eso se elimina el alcohol del estómago, con lo que no se incrementa el nivel de alcohol en sangre, pero de igual manera, no se disminuye el presente.
- Soplar despacio no sirve de nada, porque el alcoholímetro hará una medición correcta si se sopla correctamente. Si no, lo que sucede es que ha de repetirse la prueba… hasta que sea correcta.
- Beber aceite de oliva, es inútil y además bastante desagradable.
- Chupar baterías de litio no solo es inútil, sino que no es lo más normal que se te puede ocurrir hacer.
Por eso sigue estando vigente aquélla frase tan de nuestra niñez: “Si bebes, no conduzcas”.
¿Acabas de presenciar un accidente o similar? Envíanos tus fotos, vídeos y noticias por WhatsApp 623 11 88 11 (Pincha desde el móvil) |
¡Agréganos a tus contactos! |
Síguenos en nuestras redes sociales
8 Comments