Los comerciantes de Camino de Santiago piden retrasar las obras por «empatía» y «sentido común»

Unas 70 personas, convocadas por el boca-oreja desde el viernes y organizados a través de sus teléfonos móviles, han participado esta mañana en una convocatoria en la que se ha pedido que se retrase el inicio de las obras en la calle Camino de Santiago para que dicha intervención no coincida con la temporada de Navidad, punto álgido paras las ventas del comercio de cercanía, muy presente en esa calle y aledañas.

El portavoz de los responsables de dichos negocios, Paco Cebrián, ha remarcado que el motivo de consenso de la reunión es que todos están en contra la fecha elegida para poner en marcha la renovación de la calle, aunque en los corrillos y entre quienes han tomado también la palabra se han escuchado críticas al plan de peatonalización y a los nuevos sentidos de las calles.

El comunicado de consenso ha hecho hincapié la sorpresa, la falta de comunicación y la inconveniencia del momento en que se pone en marcha esta medida para el pequeño comercio. Esta situación dificulta, han dicho, a un sector que ya sufre de por sí la crisis y al que se le suman obstáculos artificiales para poder competir en igualdad de condiciones con los grandes, a quienes, dicen, favorece la puesta en marcha de estas obras.

«[Los comerciantes] hacemos una previsión, a veces con un año de antelación», ha dicho Cebrián para explicar la necesidad de conocer que este tipo de obras se van a llevar a cabo. Según los comerciantes presentes en la convocatoria, no ha habido una comunicación fehaciente de las intenciones de la Alcaldía y entre quienes más han promovido la protesta de hoy se ha oído afirmar que en el puerta a puerta con el que han convocado a sus convecinos desde el viernes se han encontrado muchos casos en los que la reacción era la respuesta era de puro desconocimiento de lo que se avecinaba: «¿qué obras?». Esta falta de comunicación supone que muchos comercios hayan contratado con proveedores mercancía para hacer frente a una temporada de Navidad ordinaria que, temen, no va a tener lugar.

Previendo ahora el comportamiento del consumidor, los regentes de las tiendas de esta zona del barrio de La Puebla (en la concentración había comerciantes de las calles aledañas a Camino de Santiago que también ven peligrar sus márgenes pues, creen, todo el barrio funciona como zona comercial) auguraron que los consumidores «van a rodear para evitar las obras» en una época en la que «la gente tiene que poder ver tu escaparate».

El comunicado de los asistentes pedía «sensibilidad» y «diligencia» a los políticos locales para que trataran de ponerse en su lugar con «empatía» y tomaran decisiones que a su entender son «de sentido común». El objetivo de máximos de la convocatoria fue compelir a que el inicio de las obras se retrasase a la segunda mitad de enero. En términos de participación puede considerarse numerosa al ser la primera que se pone en marcha de este tipo desde la recogida de firmas contra la obra en Gómez Núñez. Los presentes, que fueron quizá las últimas personas en pisar el asfalto de una calle que tras el acto se cerró al paso, no descartaron futuras nuevas medidas de reivindicación aunque reconocieron que ahora no les queda más que la espera y el «fastidio».

El centro comercial y la asociación Templarium

Aunque los convocantes se han esforzado en centrar la agenda en la elección de las fechas para la obra, no en la obra en sí ni del plan de peatonalización, ha habido voces altisonantes y un runrún entre los asistentes en el que el peso del Centro Comercial y el papel de la asociación Templarium han recibido sus críticas.

En lo referido a la macro-estructura de ocio y servicios del barrio de La Rosaleda, la posición de los portavoces ha sido muy neutra al asumir que «eso está ahí» y que la cuestión «no es estar a favor o en contra»; aunque, implícitamente, se le ha señalado como beneficiario indirecto de la puesta en marcha de estas obras. Sobre la asociación Templarium, las críticas han partido del pasmo con el que casi todos los asistentes dijeron recibir la noticia del asentimiento que dicha asociación daba a la realización de estas obras, aunque aseguraron que este no era unánime y, de hecho, había comerciantes pertenecientes a Templarium que se habían congregado a título personal en la convocatoria.

La congregación ha tenido lugar en torno a las 10 de la mañana y tanto Olegario Ramón como Samuel Folgueral han tenido a bien acercarse a charlar con los asistentes. Ambos han eludido pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, aludiendo a que esta semana se celebrará una Junta de Gobierno en la que parece que este tema estará sobre la mesa. Folgueral ha evitado hacer declaraciones para pasar en un segundo plano y dejar el protagonismo a los comerciantes mientras que Ramón, que sí ha hablado ante los medios, dijo que esperaría a conocer las razones del Ayuntamiento para ir en contra de lo que plantean los comerciantes, que ha calificado de «lógico». En términos generales, Oleario Ramón ha considerado que la de hoy era una demostración más de los problemas que ocasiona la mala disposición al diálogo del Equipo de Gobierno de Gloria Fernández Merayo.

Malos precedentes en las obras anteriores

En la congregación de esta mañana de los propietarios de negocios en la calle Camino de Santiago no han faltado comerciantes de calles cercanas que ven asimismo peligrar el atractivo del barrio en la campaña de Navidad como zona comercial. Algunos eran de la calle Ave María, donde se realizaron obras recientemente, que testimoniaron cuantificar las pérdidas de su negocio durante las obras en un 30-40%, a lo que hay que añadir la carga de trabajo en márketing y publicidad que han tenido que hacer después para compensarlo. Entre dos convocados, una a favor de la obra y el otro en contra de las líneas generales del plan, reina aun así el consenso en la contriaridad al momento elegido para poner en marcha estas actuaciones; «yo no estoy de acuerdo con el plan, que es discutible; pero lo de las fechas es sencillamente un sinsentido», dice el regente de una tienda en Doctor Fleming.

Otros comerciantes, estos de la calle Camino de Santiago, cuyo primer tramo, entre la emblemática Plaza de Julio Lazúrtegui y la Plaza República Argentina se llevó a cabo el año pasado, cifraron en un 60% la mella a sus ganancias y criticaron fieramente la reforma por quitar los ya pocos aparcamientos y las zonas de carga y descarga, imprescindibles para según qué tipo de negocio.

Los comerciantes disconformes con las obras se concentrarán mañana a las 9:30

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