Las farolas del puente Luis García Ojeda, que sirve al tránsito por la Avenida del Castillo entre el monumento templario y la Plaza Luis del Olmo, están siendo pintadas de negro. Esta opción cromática contrasta con lo habitual de dichos elementos del mobiliario urbano, que son por norma general grises -excepto en la Avenida de Portugal a su paso por el barrio de Flores del Sil, donde son de colorines.
El puente García Ojeda, que lleva el nombre de Don Luis García Ojeda, Alcalde de Ponferrada en la segunda mitad del siglo XX, no solo sirve de vial y de conexión entre la zona alta y los barrios de La estación y La puebla, sino que por su singular ubicación forma parte del escenario que es estampa más señera de la capital de El Bierzo.
Con el nuevo color en sus farolas, la mole de hormigón que facilita el cruce sobre el Sil bajo la vigilancia de la piedra templaria tendrá así una nueva compostura estética más en sintonía con su negra y elegantísima balaustrada de hierro fundido de manufactura local.
El negro es un color habitual en la simbología tanto histórica propia de como construida en torno a la Orden de los Caballeros Templarios.
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